Cuando decides comenzar a ofrecer un servicio de entrega a tus clientes, hay varias opciones que debes considerar. Para la mayoría de las empresas, las entregas largas (nacionales e internacionales) se realizarán a través de transportistas externos. ¿Qué pasa con las entregas de proximidad, o la llamada última milla?
A primera vista, optar por un servicio de entrega externo puede parecer más costoso, mientras que crear tu propio servicio parece ventajoso. Pero, ¿es realmente así?
Imagina que actualmente estás considerando la opción de tener tu propio servicio. Primero, necesitas una furgoneta comercial. Puedes comprar uno, u optar por un servicio de leasing, que suele ser la opción más habitual, ya que te permite reducir costes mensualmente, sin tener que hacer una gran inversión a priori.
Tienes alrededor de 6 entregas al día y quieres entregar 6 días a la semana, en los horarios elegidos por tus clientes. Para conseguirlo, y poder ofrecer un horario de 12 horas -de 8:30 a 8:30, por ejemplo- se necesitan 2 empleados, para poder garantizar la jornada completa, con turnos y días libres. Deja de lado los domingos y festivos, que acaban siendo más complicados de gestionar, ya que suelen requerir un pago extra.
Decides alquilar una furgoneta, que te cuesta unos 300 € + IVA al mes. Probablemente necesitarás un tanque de combustible por mes, aproximadamente 100€. El coste para la empresa de los trabajadores que has contratado es de 2000 €.
Haciendo algunos cálculos rápidos, llegamos rápidamente a la cantidad que pagarás por la entrega: 16,34 €. ¿asombrado?
También es importante mencionar que este valor asume que tu servicio de entrega está totalmente optimizado, es decir, que eres capaz de realizar 6 entregas al día, 6 días a la semana, en los horarios elegidos por tus clientes. Sin embargo, sabemos que, a menudo, los días de la semana no tienen la misma demanda - y que, por lo tanto, en algunos días es posible que no puedas utilizar todo el potencial del servicio, y en otros días, cuando la demanda es mayor, no podrás hacer todas las entregas que tendrás.
Lo cierto es que, para las pequeñas empresas, dado que no es posible lograr economías de escala con la distribución, la gran dificultad será poder entregar con pequeños volúmenes de manera rentable.
Este coste unitario por envío aún no tiene en cuenta los posibles retrasos/faltas de asistencia de los clientes que imposibilitan las entregas, el tiempo que pasan los trabajadores de tu tienda en Atención al Cliente y un software de seguimiento de envíos que da visibilidad a los clientes sobre el momento en que recibirán el pedido, lo que permite minimizar el riesgo de que no se realice la entrega.
Llegamos entonces a la conclusión de que un servicio propio sólo sería realmente rentable si consiguiera maximizar el potencial de tu furgoneta - lo que equivaldría a realizar al menos 18 entregas al día, todos los días, y disponer de un software de gestión de rutas que optimizar rutas, un equipo de Atención al Cliente y software de seguimiento.
Tendrá sentido, entonces, fijarse en la segunda opción, de la que hablábamos al principio, y que aparentemente parecía más cara: los servicios externos. La última milla es, de hecho, el paso más costoso de toda la logística, y el proceso de realizar una entrega dentro de un período de tiempo definido es aún más costoso y casi imposible con una furgoneta de reparto.
Mirando más allá de las soluciones de entrega tradicionales, encontramos el típico servicio de mensajería, que ofrece entregas rápidas y luego puede responder a la oferta de entregas en franjas horarias, aunque con algunas limitaciones operativas. Sin embargo, un servicio de este tipo costará, de media, 10 € por envío; y, si se quiere ofrecer entregas a última hora de la tarde y/o fines de semana, este valor puede alcanzar los 25€/entrega
Otra alternativa serán las soluciones basadas en tecnología, concretamente el modelo colaborativo de Shopopop: un servicio de entrega programada que se basa en la creación de una comunidad de personas alrededor de las tiendas asociadas, que utilizan su tiempo libre y sus desplazamientos por la ciudad para realizar las entregas.
El servicio colaborativo resuelve todos los problemas que se presentarían con una furgoneta: consigue ofrecer entregas programadas (en ventanas horarias mínimas de una hora), no solo 6 días a la semana, sino 365 días al año; y el servicio es flexible, respondiendo fácilmente a picos y caídas de volumen, no requiriendo un volumen mínimo para asegurar una ventana horaria, ni teniendo un volumen máximo por ventana.
Además, Shopopop también cuenta con un equipo de Atención al Cliente -que monitorea las entregas y responde no solo a las dudas del equipo de la tienda, sino que también puede ser utilizado por sus clientes- y un software de rastreo que permite monitorear las entregas en tiempo real, y enviar seguimiento. mensajes a sus clientes, lo que permite una experiencia de entrega más satisfactoria.
La solución de Shopopop se puede utilizar con o sin integración y fue diseñada para responder a las necesidades de flexibilidad de las empresas que buscan ofrecer un servicio de distribución de proximidad. El modelo ofrece todas las ventajas de un servicio logístico para una gran empresa, pero adaptado a las necesidades de las empresas más pequeñas y flexible para acompañarlas en su crecimiento.
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